Agarra tu lápiz delineador de ojos y con ayuda de un encendedor coloca la llama en la punta por un segundo, deja que se enfríe un poco y notarás el cambio en su consistencia. Además, así es menos probable que el trazo se corra.
Coloca la cuchara contra la esquina externa del ojo y traza una línea recta como para el primer paso del ojo de gato. Después, voltea la cuchara y colócala sobre tu párpado. Utiliza el borde exterior redondeando para crear un efecto curvo.